| La mágica conjunción 
              del vital y estimulante Océano Atlántico con la apacible 
              edificación residencial del balneario, pródigo en 
              espacios libres, jardines y pinares junto al mar. Salinas y yodadas 
              aguas, playas abiertas de arenas finas o gruesas, roquedales con 
              piletas naturales, y la isla La Tuna protegiendo dos mansas y hermosas 
              bahías. He ahí una breve enumeración de parte 
              de los atractivos de ese lugar que ofrece un sin fin de ocasiones 
              de vivir el verano a pleno, ya sea que se opte por un tranquilo 
              baño de inmersión, o que se prefiera el divertido 
              masaje de las olas en las playas de mayor fuerza o, por qué 
              no, la navegación y la pesca deportiva; por algo La Paloma 
              es un "balneario-puerto". De 1910 data, asimismo, el puerto de La Paloma, que 
              hoy constituye el principal puerto pesquero del país. Cerca 
              del faro es posible apreciar el conjunto de viejas casas que hicieron 
              debutar a La Paloma como balneario de veraneo. Si las casas presentan 
              sus hortensias en flor, el resultado es el escenario más 
              adecuado para una fotografía. Si se está en La Paloma, 
              no es una mala idea tentar suerte en la pesca. Ya sea embarcado 
              o desde la costa, en playas, rocas, muelles o escolleras, el pescador 
              (profesional o aficionado) podrá comprobar por qué 
              La Paloma ha sido calificada como el quinto centro pesquero del 
              mundo. Si ud. no es pescador, puede igualmente sumergirse 
              en el ambiente pesquero observando a los pescadores artesanales 
              del lugar con sus pintorescas barcas, o degustar los frutos del 
              mar en cualquiera de los restaurantes del lugar (los platos elaborados 
              con algas son particularmente recomendables). Los hoteles, de atención 
              personalizada y cordial, y los campings y bungalows, enclavados 
              en profusos bosques, junto a la ciudad y la playa, suman placer 
              al descanso. Si a eso sumamos la posibilidad de ir al cine y de 
              hacer vida nocturna, tenemos como resultado un balneario que combina 
              como ninguno la diversión y el descanso. Playas de La PalomaLas playas de La Paloma son adecuadas para todos los gustos. Se 
              puede ir a practicar el surf, a jugar con los niños o simplemente 
              a descansar de forma apacible. La Paloma tiene una animada arteria 
              comercial -Av. Solari-, una feria artesanal, un casino, un cine, 
              un enorme camping, y además un entorno boscoso, de pinos, 
              donde es posible deleitarse apreciando las grandes casonas con techo 
              de quincho. A la hotelería de muy buena calidad se le suma 
              el nivel de sus restaurantes, donde es posible darse el gusto de 
              comer una gran variedad de platos a base de pescados y mariscos.
 La Paloma, y las costas de Rocha en general, ofrendan 
              al visitante una amplia gama de opciones gastronómicas. Dada 
              la variedad enorme de peces que ofrecen el Océano Atlántico 
              y las lagunas, es lógico que la pesca sea la base fundamental 
              de la cocina de Rocha. Allí se pueden comer pescados y mariscos 
              absolutamente frescos, que llegan a la cocina directamente del mar. 
              El lenguado, la brótola, el gatuso, la lacha, el sargo, la 
              corvina, la merluza, el tiburón y muchos otros se preparan 
              a la plancha o con deliciosas salsas. Asimismo, el camarón 
              se recoge fresquísimo de las lagunas y es la base de variados 
              platos. Junto con el sabroso cangrejo sirí, se prepara con 
              él el proverbial "cocktail de la laguna". En Rocha es posible disfrutar de comidas típicamente 
              uruguayas elaboradas con los productos de la región: es el 
              caso de las empanadas, aquí rellenas de pescados, o los buñuelitos 
              o tortillas de algas, cocinados con las algas recogidas en el mar. 
              También el tradicional arroz es preparado en Rocha con mejillones 
              o berberechos fresquísimos. Los hongos recogidos en los bosques 
              de pinos de La Paloma, se preparan en apetitosos escabeches. No 
              debe olvidarse el excelente cerdo de la región, engordado 
              con coquitos de butiá. Preparado con una salsa agridulce 
              hecha a partir del propio butiá, es un plato delicioso.
 
 
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