| El balneario se encuetra 
              en el Km. 314 de la Ruta 9, a 104 Km. de Rocha, la capital departamental. 
              Se supone que esta zona fué visitada por indios, piratas 
              y bucaneros. De los primeros quedaron huellas de las que hoy investigan 
              entusiastas arqueólogos. Los cerritos de indios ubicados 
              en lugares próximos al balneario constituyen un elemento 
              removedor de la visión del pasado de los orígenes 
              de los asentamientos en la costa. Conservamos este recuerdo en parajes 
              com el "Camino del Indio", "Cerro del Indio" 
              e "India Muerta", con sus leyendas deslumbrantes y en 
              entorno natural bellísimo.  Extinguida las estaciones del rey en 1807, en Potrero 
              Grande, Isidoro León Avila, mide campos y comienza a surgir 
              proyectos de desarrollo (el ferrocarril, el puerto , la colonia). 
              El proceso fundacional comienza con la llegada de los primeros colonos, 
              aproximadamente en 1863, que integraron la colonia Agrícola 
              Santa Teresa. Entre las familias figuran los apellidos: Vogler, 
              Gamenthaler, Flügel, Dietschi, Bench, Borges, Acosta y Gutiérrez, 
              de los cuales conocemos varios descendientes. La colonia Agrícola 
              Santa Teresa era manejada por los contratistas y las autoridades 
              gubernamentales. Los pobladores afrontaron dificultades, sintieron 
              el abandono autoridades que no atendían sus proyectos y reclamaciones. 
              El medio no les proporcionaba elementos básicos para la subsistencia. 
              La Colonia Agrícola se fue extinguiendo lentamente hasta 
              desaparecer.  El siglo XX recibió a esta colonia en dura 
              lucha por su subsistencia, entre cuyos hitos recordamos el establecimiento 
              de una escuela pública (1908) y la visión de Don Leopoldo 
              Fernandez que instaló un importante comercio y delineó 
              el centro urbano, dando los predios para instalar los servicios 
              indispensables para el desarrollo del centro poblado que se llamó 
              Gervasio, ahora conocido como balneario La Coronilla. La principal 
              vía de tránsito lleva el nombre de Don Leopoldo y 
              es la única que homenajea a una persona; el resto del nomenclator 
              está inspirado en las características topológicas 
              de la zona y fauna marina: médanos, hipocampo, los ceibos, 
              estrella del mar... La inversión de capitales generó 
              etapas de significativo progreso que permitieron el desarrollo, 
              fundamentalmente, el sector hotelero. Hoy espera adormecida por 
              el rumor del océano, que la actividad turística la 
              transforme nuevamente en el polo geopolítico de indudables 
              trascendencias. Los jóvenes aceptamos este desafío 
              que lleve a su consagración definitiva. |