La agrupación más grande 
              de ombúes en la región del Plata se ubica a orillas 
              de la Laguna 
              de Castillos. El monte de Ombúes se extiende en una franja 
              de 20 kilómetros y el Estado tiene a su cargo la preservación 
              de una pequeña superficie; el resto se encuentra en campos 
              privados. Esta difícil tarea está a cargo del primer 
              guarda parque del país, Juan Carlos Gambarotta. Se propone 
              visitar el monte a través de un entretenido paseo en bote 
              por las aguas del arroyo Valizas. En verano, las excursiones son 
              diarias, mientras que en invierno se realizan únicamente 
              los fines de semana. El paseo tiene una duración aproximada 
              de una hora y media y su costo es accesible, siendo ideal para realizarlo 
              en familia. El punto de partida del recorrido es el puente sobre 
              el arroyo Valizas, que conecta la laguna de Castillos con el Océano 
              Atlántico y se ubica en el kilómetro 267 de la ruta 
              10. Desde allí, varios botes salen rumbo al monte de ombúes 
              en horarios diurnos, siempre que se cuente con un mínimo 
              de seis pasajeros. 
               
              La laguna de Castillos es el refugio natural de variadas especies 
              animales que tienen en la vegetación de pantano y en el monte 
              criollo su hábitat. El recorrido en bote, desde el puente 
              hasta el monte natural, no alcanza a los cinco kilómetros. 
              El calado del arroyo promedia en los tres metros, aunque se presentan 
              pozos de entre ocho y nueve metros de profundidad. El agua del mismo 
              varía en su grado de salinidad, debido a su mezcla con agua 
              proveniente del mar. Según los conocedores del lugar, allí 
              se pesca corvina, pejerrey, lenguado, bagre y camarón en 
              los meses de otoño y cangrejos y siri en la primavera. 
               
              El arroyo se destaca por la limpieza de sus aguas. Apenas iniciado 
              el viaje se aprecian junto a sus orillas ranchos de pescadores. 
              Luego de un par de curvas, se observa el ganado que pasta plácidamente 
              en las márgenes del arroyo. Enmarcan el entorno palmeras 
              butiá y varios bosques de eucaliptos dispersos en el paisaje. 
              Se respira un aire con aroma a campo y con un poco de suerte se 
              pueden divisar biguás, teritos reales, gansos, flamencos 
              rosados y gaviotas entre otras especies de aves. En esta zona del 
              departamento de Rocha es posible observar la mayor parte de las 
              aves que habitan el territorio nacional. Unos 10 minutos después 
              de comenzar la travesía se ubica, a mano derecha, un casco 
              de estancia donde se destacan eucaliptos y frondosos transparentes. 
              Más adelante, luego de cruzar el límite de un alambrado 
              que se extiende a ambos lados del arroyo, se divisan los ombúes 
              hacia la derecha. Pocos minutos más tarde, la embarcación 
              se detiene junto a un sencillo muelle de madera. Allí, hacia 
              la izquierda, se ubica el monte de ombúes. 
               
              Si el grupo de visitantes es pequeño, es probable que el 
              guarda parque del monte lo acompañe a recorrer el sendero 
              marcado a través de los imponentes ombúes. De lo contrario, 
              la guía y responsable del grupo será el propio botero 
              que se encargó del traslado. En los meses de verano, alrededor 
              de 14000 personas llegan al monte de ombúes y de marzo a 
              diciembre su número alcanza a 1000 visitantes. Durante el 
              recorrido se verán ejemplares de tala trepador, coronilla, 
              chal-chal, canelón junto a más de 300 especies arbóreas. 
              Los ombúes, con edades que oscilan entre los pocos días 
              y 500 años, son las estrellas de este monte. 
               
              El visitante podrá observar y sacar fotografías sin 
              desviarse del sendero marcado. El guarda parque es el encargado 
              de la conservación de este ambiente natural y mostrará 
              satisfecho los nuevos ejemplares de ombú, de apenas días 
              de existencia. La reproducción de la especie en el resto 
              del monte se ve dificultada por el ganado que come las plantas recién 
              nacidas. Cuanto más añejo es el ombú, más 
              amplio es el hueco interior. Su madera es poco consistente y no 
              sirve para leña. Ombú proveniente del guaraní 
              - umbú - y las especies originarias de Paraguay y Misiones. 
              Luego de la conquista, se extendió en la región del 
              Río de la Plata. 
               
              La fauna 
              del lugar se caracteriza por la presencia de zorros, zorrillos, 
              manos peladas, comadrejas, gatos monteses y lagartos entre otras 
              especies. El área comenzó a reservarse en 1991 en 
              el pequeño sector del monte que se encuentra en la órbita 
              estatal y ofrece al presente un atractivo recorrido.  |