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          | Rocha desde Afuera | 
           
         
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           LAS 
            VACACIONES QUE VIENEN 
            Las playas más naturales   
            De La Paloma y La Pedrera 
            a la frontera con Brasil, el departamento de Rocha ofrece paz en balnearios 
            de arenas vastas. Punta del Diablo, Cabo Polonio y otras opciones.   
            A 
            pura naturaleza, a lo largo de 180 kilómetros de costa oceánica, 
            el departamento de Rocha se extiende hasta el Chuy, 
            en la frontera con Brasil. Pero no son sólo playas: el paisaje 
            es rico, diverso y abre un abanico de opciones para las vacaciones, 
            desde campos y arrozales hasta sierras, bañados, lagunas, palmares 
            y dunas, algunas célebres y declaradas Monumento Natural, como 
            las del Cabo Polonio. Los humedales de Rocha, además, 
            son Reserva Mundial de la Biosfera. 
             
            La Paloma es el principal balneario, a 28 kilómetros 
            de la ciudad de Rocha y, también, uno de los que más 
            creció en los últimos años. Cuenta con una terminal 
            de micros con cafetería y servicio de taxis, supermercados, 
            tres salas de cine y un casino. Además de una buena oferta 
            de casas para alquilar, hay unos 14 hoteles. Y, para la noche, cuatro 
            boliches —Pachanga, La Escala, Barranca y El Cutre— se 
            reparten el público. Para adolescentes, La Máquina. 
            En general, las familias con niños prefieren la playa El 
            Cabito, mansa. Y para ver las puestas de sol, La 
            Balconada. Para una caminata, es ideal la playa Los 
            Botes, aunque los puestos artesanales de pescadores fueron 
            retirados al Puerto, donde sí se puede probar la excelente 
            pesca de mar de Rocha. Muy cerca está la Laguna de 
            Rocha, un natural observatorio de aves. Hacia el noreste, 
            está el boscoso balneario La Aguada, el preferido 
            de los surfistas, y el tranquilo Costa Azul. 
             
            Más exclusivo y tranquilo, La Pedrera se construyó 
            a lo largo de un cordón rocoso sobre el Atlántico, formando 
            un bello acantilado que impresiona, tanto de noche como de día, 
            por su vista al mar. Tiene un aire de pueblo, con casas diseminadas, 
            buena hotelería, restaurantes y una casa de té. Hay 
            que saber que la gastronomía es uno de los puntos fuertes de 
            La Pedrera. 
            Aquí también se puede acampar. El Camping La Pedrera 
            tiene una excelente ubicación, a pocas cuadras de la playa. 
            Entre los servicios, cuenta con parcelas y baños con agua caliente 
            las 24 horas. La provisión y panadería, al anochecer, 
            se transforma en pub. En febrero, se festeja el carnaval de La Pedrera, 
            famoso en toda la costa. Con el ritmo de las cuerdas de tambores de 
            La Pedrera y La Paloma, se desfila por la principal el lunes de carnaval, 
            para terminar, el miércoles de ceniza, en el Club Social con 
            un gran baile de disfraces. 
             
            La oferta de Rocha es bien amplia para quienes buscan playas rústicas 
            y agrestes: Valizas, Aguas Dulces, 
            La Coronilla, Cabo Polonio, al que 
            sólo se accede en vehículos 4x4 y cuenta con dos hosterías, 
            además de casitas en alquiler. Sin olvidar Punta del 
            Diablo un pueblo de pescadores con un paisaje bellísimo 
            y personal, que no deja de lado una buena cantidad de cabañas, 
            hoteles, campings para los turistas. También cuenta con un 
            cibercafé, pubs, farmacia y una galería de arte. El 
            Plan de Excelencia de Punta del Diablo mejoró la oferta y se 
            construyó, todo en madera, un parador y mercado de artesanías 
            por donde pasa la movida nocturna. Un buen paseo es alquilar un carro 
            tirado por caballos y hacer una excursión hasta el Cerro 
            de la Viuda, con extrañas formaciones rocosas. La 
            Coronilla es otro de los puntos fuertes, especialmente para 
            los pescadores. Tiene una buena infraestructura y, embarcado en un 
            bote de pescadores, se puede observar la fauna marina.  
            Hacia el norte, el Parque Nacional de Santa Teresa 
            —3 mil hectáreas pobladas por árboles exóticos 
            y nativos y excelentes playas— y el Parque Nacional 
            y Fuerte San Miguel, con un área protegida de bañados 
            que alberga importantes ecosistemas. | 
           
         
          | fuente | Diario 
            Clarin Digital | 
           
        
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